***Queridos lectores, en el siguiente post hay cosas escritas entre (). Todo lo que esté (), se queda (). La escritora lo está pensado, el lector no sabe que está escrito (jeje, inocentes).
Me gustaría resumir los tres últimos meses del 2021: U-NA-PU-TA-DA. Sí, leído así, tal cual. UNA PUTADA. (joder con el puto Parkinson y la madre que lo puto parió)
Llevo años compartiendo mi espacio con gente. Primero, aunque parezca mentira, desde que nací hasta que me hice adulta y graciosa, viví con mis padres y mi hermano. Justo al nacer estuve a punto de irme de Erasmus pero al final no (hoy estoy inspiradísima, que gusto da escribir). Después, viví con compañer@s de piso, pareja, pero… Llegó el día. Aquel día que ella sabía que llegaría… llegó. ¿Queréis saber qué pasó cuando llegó el día que ella sabía que llegaría? Cuando llegó el día que tenía que llegar y que ella sabía que llegaría (me autodeclaro fan de mí), ella – donde ELLA es YO – tomó una decisión que tendría sus consecuencias en su futuro y nuestro pasado. COMPARTIR PISO ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE CON ELLA MISMA.
Así es, en verano empecé una nueva aventura, que en otoño fue más difícil de lo que creía – de hecho, mi tendencia es sentir y vivir intensamente el presente más que imaginar un futuro – (así que no sé porque escribo mentiras, porque no creía que fuera ni difícil ni fácil, simplemente no creía).
SOLEDAD, IMPOTENCIA, INCAPAZ, MIEDOS… esto es lo que sentí en otoño. Y lo compartí conmigo misma. Fue duro, sí. Pero fui capaz de pedir ayuda, abrazos y de sentirme arropada.
GRACIAS 2022 por empezar como has empezado.
I AM READY TO SUFFER AND I AM READY TO HOPE
Valiente !!!! Grande !!!!
Un abrazo fuerte