Al presentarnos a alguien utilizamos un ritual socialmente aprobado y que nos permite mostrar que somos personas correctas y educadas: decir nuestro nombre y preguntar ¿Cómo estás?. Tal ritual tiene como consecuencia una respuesta que escucharemos más o menos, según el grado de interés que tengamos en la persona que estamos conociendo.
De hecho, hay mil canciones en inglés sobre este tema. Lo que quiero decir es que, a parte de que la música es un buen recurso para aprender lenguas (lo siento, soy profesora), el ¿cómo estás? es una de las primeras cosas que aprendemos en todos los idiomas y que, por lo tanto, soy valiente y digo que: se usa en la gran mayoría de culturas (aunque no haya viajado tanto como para decirlo así de convencida).
Pero, ¿CÓMO ESTÁS?. Cuando me preguntan esto a mí (que si hubiera nacido pez sabría como hablar incluso estando fuera del agua), me gusta responderla con una introducción, un nudo y un desenlace. Siempre tengo alguna que otra anécdota que añadir al bien, mal, con mucho trabajo… de siempre.
Pues bien, ESTOY DÁNDOME CUENTA DE QUE LO QUE ME ACOSTUMBRA A VENIR A LA MENTE AL RESPONDER TAL PREGUNTA COMO ESTA ES PARKS. Y lo pongo en mayúscula porque soy rubia (en verdad tengo el pelo castaño ya, pero lo negaré siempre), llevo gafas y tengo Parkinson. Lo llevo bien, sí, blabla, se está portando bien conmigo (y sigue así, porfaplis, un toque de vez en cuando ya está bien) y soy muy valiente y es todo muy normal. PERO SIEMPRE ESTÁS PRESENTE y hoy me ha apetecido escribir esto, en tu honor.
Formas parte de mis temas de conversación, pesado. Y no tengo intención de que lo dejes de ser. Voy a luchar para que dejes de ser un tema tabú, un tema que asusta, un tema delicado. Mirad personas hipersensibles, no es para tanto. Es una putada pero se lleva. Así que, ¿qué tal si hablamos de verdad?. A mí lo socialmente común y aprobado me A BU RRE (escrito así para darle más fuerza a la palabra ABURRIMIENTO).
¿Cómo estás? Yo después de escribir esto, mejor. Gracias.