Fruspotencia, ayer te vencí. Hace calor (mucho). Eso es bueno y «no tan bueno». Parezco la abuelita del barrio con los cambios de tiempo. Maldita sea, inestable yo, inestable el tiempo. Mi queridamente odiada menstruación llega 12 malditos días antes. ¡¡¡Revolución!!! Y además, hemos cambiado los horarios en el trabajo. Esto implica que el cuerpo ya no hace el parón cuando estaba acostumbrado a hacerlo. Y tú, fruspi, eres lista. Lo hueles. Sabes encontrar el peor momento para venir. Pero eh, ayer te vencí. Fui capaz de verbalizar que estabas viniendo (lista tú, ¡pero yo también!), sentarme, no ponerme a llorar (un gran avance por lo que viene siendo mi historial), respirar y actuar. Pues bien, ¿sabes qué? Ayer, al salir del trabajo celebré un precumpleaños y estuve de parranda hasta las 10. F u c k y o u.