Debe ser luna llena.

Hoy mi pareja y yo hemos tenido una charla interesante. Hablábamos de razas, de categorías, de clasificar a la gente en grupos. Hablábamos de una tendencia humana, una tendencia que forma parte de la historia. La tendencia de mirar a alguien y ver a la persona más la característica que te permitirá clasificar a tal ser en algun grupo. Grupo que le dará o quitará valor social, grupo que a ti, persona que miras, te generará alguna cosilla, ya sea para bien o para mal.


Yo, con los años, me he construido de manera un poco distinta. A mí ver humanos sin categorizar me sale al natural. Pero entonces me pregunto si esta naturalidad que llevo, esta ideología que a veces es categorizada como «hippie» (por lo de peace and love) es porque precisamente formo parte del grupo de personas distintas. De un maldito grupo.


¿Por qué necesitamos clasificarlo todo?

¿Por qué hay personas que tienen que luchar por unos derechos que, por el simple hecho de «estar categorizados», no tienen derecho a tener? Yo no elegí tener Parkinson y no voy llorando por las esquinas (aunque a veces lo llore), pero desde que tengo esta etiqueta que, a parte de toda la mierda que lleva ya por sí sola, me he visto clasificada en un grupo: persona discapacitada. Y estoy luchando por ser reconocida como una persona con discapacidad. Es muy fuerte.

¿Sistema inclusivo? ¡Pero si no damos más que etiquetas! ¿Podemos parar ya esta mierda? ¿Podemos tratarnos, seres humanos míos de mi corazón, como seres humanos que somos?

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