Los humanos somos seres sociables. Nos relacionamos con más o menos facilidad y lo hacemos con más o menos gusto, pero lo hacemos. Podríamos decir que yo soy de los que se relacionan con extrema facilidad y con extremo gusto. Y, además, me entrego. Sí, intensidad en todo. Intensita soy y seré. Y ya sé que genera cosas opuestas. Mi manera de ser, mi extremismo, mi yo hace que me sienta o muy llena o muy vacía. Me entrego y me implico emocionalmente en (casi) todo. Me encanta el hecho de sentir.
Pues una de las personas que he conocido este año 2022 me ha inspirado para redactar este post. ¡Qué bien haberte conocido! Gracias por hacer que mi manera de entregarme a los humanos – en este caso a ti – haya hecho sentirme como me siento: LLENA. Llena como las lunas que hemos visto, llena como las conversaciones que hemos tenido, llena como los abrazos que te he conseguido robar. Soy feliz porque soy yo. Contenta, triste, energética, apagada… Soy yo. Feliz.